"Tiempo para el trabajo asociativo". Entrevista a Cristina Dexeus.
En la Asociación de Fiscales nunca paramos, representamos a más de 500 fiscales de toda España de los 2.700 que somos. Los miembros de la comisión ejecutiva, en circunstancias normales, compatibilizamos nuestro trabajo ordinario como fiscales con el de la asociación, lo que hace que dediquemos a las tareas asociativas horas del descanso, del fin de semana, en definitiva, restemos horas al ocio y a la familia.
El parón impuesto por la pandemia COVID-19 ha supuesto que nuestro trabajo como fiscales se haya visto seriamente afectado porque no existe en la Justicia un sistema real de teletrabajo que permita a todos los operadores jurídicos trabajar online en un verdadero expediente digital sin necesidad de presencia física en los juzgados y las fiscalías. Es uno más de nuestros grandes déficits.
Sin embargo, ese paro forzado, con independencia de las guardias y de la atención a asuntos urgentes, me viene bien porque me permite trabajar en temas propios de la asociación con los demás miembros de la ejecutiva, estupendos compañeros y fiscales muy preparados y dispuestos, a los que cada poco convoco a reuniones por videoconferencia y abrumo con ideas, propuestas y encomiendas, pero a la vez somos capaces de dedicar un rato a hablar de series de televisión, películas o lecturas que nos recomendamos unos a otros. Y aunque es magnífico poder conectarte a través de medios telemáticos, lo cierto es que añoro nuestras reuniones en Madrid.
En estos días me he diseñado cuadros de rutina que a medida que pasan las semanas modifico, reajusto y adapto a las posibilidades reales, dividiendo el tiempo entre trabajo, temas domésticos, ejercicio y ocio.
Las mañanas las dedico a los asuntos de Fiscalía, si los hay, y a cuestiones relacionadas con la asociación, pongo al día algunos temas pendientes, reviso escritos, leo trabajos que nos presentan los asociados, propuestas y los temas urgentes que surjan. Después de ver un capitulo de una buena serie (por ahora gana «Vivir sin permiso»), continúo con el trabajo por la tarde. Luego un rato para leer «El baile de los tulipanes».
Y lo más importante, disfruto mucho de la familia. Este tiempo tremendamente duro, puede ser un regalo si tienes la suerte de tener salud y estar con los tuyos. Tener tiempo para la familia, cocinar entre todos, compartir una buena sobremesa, ver juntos una película, jugar a un videojuego. Luego cada uno se dedica a sus cosas, pero hay más momentos de encuentro.
Fuente: ABC